Terrible, esa es la palabra más usada tras conocer las
consecuencias dramáticas del incendio que ha asolado el centro de Portugal (Pedrógão
Grande) una tragedia que nos debe hacer reflexionar sobre las consecuencias de las políticas de
reforestación y sobre las consecuencias del cambio climático, que dadas las
temperaturas de este mes de junio, creo que cada vez está menos en duda, a no
ser que se pregunte al primo de Rajoy o a Donald Trump.
Que los montes estén repletos de
repoblaciones de eucaliptus o de pino (fundamentalmente Pinus pinaster)
debe remover conciencias críticas sobre la manera de gestionar las masas
forestales, evitar los monocultivos de especies que en muchas ocasiones son
alógenas.
Por consiguiente, en estos
momentos es necesario explicar la política que quiere desarrollar la Junta de
Extremadura, a través de su Consejería de Medio Ambiente con la ayuda y el
asesoramiento de la Universidad de Extremadura. La Consejera, Begoña García y el profesor, Fernando Pulido, están
llevando a cabo una labor a largo plazo para cambiar esa mentalidad forestal
apostando por el proyecto Mosaico.
El proyecto Mosaico pretende
cambiar la manera de gestionar el monte, no
únicamente los públicos también los privados, llegando a acuerdos con los
propietarios particulares para poder limpiarlos, ordenarlos y prevenir los
incendios en estas parcelas que en muchas ocasiones están completamente
abandonadas.
Así sucedió en los incendios
(tristemente olvidados por el PP y Rajoy) del año 2015 en la Sierra de Gata,
fundamentalmente en el municipio de Acebo, donde la mayoría de las parcelas
quemadas eran privadas y así se pretende actuar en el valle del Árrago, donde los propietarios ya han creado una Junta
Gestora para llevar a cabo el proyecto Mosaico.
El 4 de mayo se aprobó en la
Asamblea de Extremadura la modificación de la Ley 5/2004, de prevención y lucha
contra incendios forestales en Extremadura, para poder actuar en las parcelas privadas, de manera onerosa o
gratuita, que faciliten a la gente más humilde tener limpias sus parcelas
forestales.
El proyecto Mosaico pretende
crear una parte de montes que rompan los
monocultivos actuales y que sirvan
como monte protector, que se consiga poner de acuerdo a los Ayuntamientos
con las comunidades de propietarios privados, que puedan gestionar las masas
forestales de manera concertada con la Junta de Extremadura con el único
objetivo de evitar grandes incendios,
explosivos y catastróficos que arruinen nuestro patrimonio medioambiental.
Nuestro objetivo debe ser aplicar
una política forestal que respete la biodiversidad, que complique la
posibilidad de que se genere un gran incendio forestal, que mejore la gestión
de los montes de utilidad pública, pero también los privados, que proteja a los habitantes de las zonas
rurales forestales dándoles protagonismo y participación en la toma de
decisiones, favoreciendo que se puedan desarrollar actividades económicas
productivas y de transformación de los productos de la zona tanto agrícolas
como forestales.
Para ello el proyecto Mosaico, dentro
del marco de impulso de la economía verde y circular, son
primordiales para elaborar una nueva política forestal que apoye estas
actividades, que fijen población y que eviten la formación de grandes incendios
forestales como el que han sufrido nuestros vecinos portugueses, a los que
además de mostrar nuestra solidaridad y pesar, ayudamos con medios materiales y
también con ideas como las que está aplicando
la Junta de Extremadura que en el futuro serán la mejor prevención posible.
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