El pino resinero (pinus
pinaster) está incluido en el listado de especies más invasoras del mundo y
a pesar del rechazo de buena parte de la población de las Hurdes y Sierra de
Gata se continúan realizando repoblaciones en los montes públicos, que han
provocado extensas masas de monocultivo de pino, potencialmente muy peligrosas
ante un gran incendio, como el sucedido este verano en la Sierra de Gata.
El zorro común, el jabalí, el conejo, el ciervo y hasta el
gato doméstico, están incluidos de igual forma en este catálogo de 100 especies
más invasoras del mundo, pero “de momento” a nadie se le ha ocurrido prohibir
su caza o plantear el exterminio dentro del territorio español. No deberíamos
prohibir sin conciencia, sin analizar las consecuencias ni las repercusiones,
por ello no podemos estar de acuerdo con la prohibición en nuestras aguas de la
pesca de la carpa y la trucha arcoíris, entre otras.
El 28 de abril se debatió en la casa de todas y todos, en la
Asamblea de Extremadura, una propuesta de apoyo a los y las pescadoras extremeñas
ante la Sentencia del Tribunal Supremo que el pasado 16 marzo prohibió la pesca
de distintas especies piscícolas al incluirlas en este catálogo de Especies
Exóticas, al modificar algunas disposiciones y declarar otras nulas del
RD630/2013 de 2 de agosto.
Desde el Grupo Socialista PSOE – SIEX compartimos la demanda
de los pescadores, los apoyamos en sus reivindicaciones y por ello el 14 abril
registramos esta propuesta para que se debatiera en la Asamblea y para instar
al Gobierno a que diera una solución ante la inseguridad jurídica que ha creado
la Sentencia.
De todos es conocida la actitud inmovilista de Rajoy, su
ausencia, su ninguneo a Extremadura y el olvido permanente a esta tierra que ha
necesitado su ayuda, en vano, desde el Guadiana, en la lucha contra el
Camalote, para el que no envió a la UME, o no aprobando un Real Decreto de
Ayudas para los afectados por los incendios en la Sierra de Gata este verano.
La prohibición de la pesca de varias especies atenta contra
las asociaciones de pescadores y contra los empleos derivados de la
organización de actividades y competiciones deportivas, el gobierno debe
encontrar una solución urgente y con diligencia, aunque diligencia y gobierno
del PP esté más cerca del oxímoron que de la realidad.
Los aficionados a la pesca no entienden esta prohibición, es
ciertamente difícil de explicar y lo que no se puede explicar bien evidencia
que no es solución. Porque no se ha analizado el impacto socioeconómico y
medioambiental que puede provocar esta prohibición.
Hace más de 2000 años que los romanos introdujeron las
carpas en Europa, como algunos autores afirman que hicieron con los castaños
desde los Balcanes y Asia Menor. El castaño está adaptado a la perfección en
nuestros bosques, de hecho la mayoría de la población lo considera autóctono,
¿sólo por el hecho de ser alóctono deberíamos declararlo invasivo?
Hace aproximadamente 500 años desde América se introdujeron
especies hortícolas como el tomate, la patata, el pimiento…, son especies
alóctonas perfectamente adaptadas que se han extendido por la península y que
concretamente en Extremadura tienen un alto valor económico. Como diría el
recientemente fallecido Miguel de la Quadra – Salcedo “nadie puede ser español
si no lo sentimos desde América”, desde América importamos especies que nos
facilitaron el sustento y nos brindaron riqueza, no creo que esté en el
imaginario de nadie prohibirlas.
¿Cuánta hambre atajó la patata en España? Las carpas, al
igual que la patata, sirvieron, en algunas zonas, como alimento básico en
tiempo de guerras y hambrunas. Por ello nos deberíamos hacer algunas preguntas,
¿vamos a prohibir el cultivo de tomate en Miajadas por invasivo y por cambiar
el paisaje de las vegas del Guadiana? ¿El pimiento para la obtención del pimentón
en la Vera por se alóctono? ¿Vamos a talar todos los castaños del valle del
Ambroz?
Debemos controlar la introducción de nuevas especies
alóctonas, en beneficio de las autóctonas, pero con sentido común. Prohibir,
como se detalla en el catálogo, especies en zonas sensibles, como sucede con
algunas especies de flora y fauna que únicamente se han considerado invasivas
en las Islas Canarias. Lo contrario es imposible de cumplir, excesivo e
inexplicable.