jueves, 9 de junio de 2016

Defendamos la pesca en Extremadura

El pino resinero (pinus pinaster) está incluido en el listado de especies más invasoras del mundo y a pesar del rechazo de buena parte de la población de las Hurdes y Sierra de Gata se continúan realizando repoblaciones en los montes públicos, que han provocado extensas masas de monocultivo de pino, potencialmente muy peligrosas ante un gran incendio, como el sucedido este verano en la Sierra de Gata.


El zorro común, el jabalí, el conejo, el ciervo y hasta el gato doméstico, están incluidos de igual forma en este catálogo de 100 especies más invasoras del mundo, pero “de momento” a nadie se le ha ocurrido prohibir su caza o plantear el exterminio dentro del territorio español. No deberíamos prohibir sin conciencia, sin analizar las consecuencias ni las repercusiones, por ello no podemos estar de acuerdo con la prohibición en nuestras aguas de la pesca de la carpa y la trucha arcoíris, entre otras.

El 28 de abril se debatió en la casa de todas y todos, en la Asamblea de Extremadura, una propuesta de apoyo a los y las pescadoras extremeñas ante la Sentencia del Tribunal Supremo que el pasado 16 marzo prohibió la pesca de distintas especies piscícolas al incluirlas en este catálogo de Especies Exóticas, al modificar algunas disposiciones y declarar otras nulas del RD630/2013 de 2 de agosto.
Desde el Grupo Socialista PSOE – SIEX compartimos la demanda de los pescadores, los apoyamos en sus reivindicaciones y por ello el 14 abril registramos esta propuesta para que se debatiera en la Asamblea y para instar al Gobierno a que diera una solución ante la inseguridad jurídica que ha creado la Sentencia.

De todos es conocida la actitud inmovilista de Rajoy, su ausencia, su ninguneo a Extremadura y el olvido permanente a esta tierra que ha necesitado su ayuda, en vano, desde el Guadiana, en la lucha contra el Camalote, para el que no envió a la UME, o no aprobando un Real Decreto de Ayudas para los afectados por los incendios en la Sierra de Gata este verano.

La prohibición de la pesca de varias especies atenta contra las asociaciones de pescadores y contra los empleos derivados de la organización de actividades y competiciones deportivas, el gobierno debe encontrar una solución urgente y con diligencia, aunque diligencia y gobierno del PP esté más cerca del oxímoron que de la realidad.

Los aficionados a la pesca no entienden esta prohibición, es ciertamente difícil de explicar y lo que no se puede explicar bien evidencia que no es solución. Porque no se ha analizado el impacto socioeconómico y medioambiental que puede provocar esta prohibición.

Hace más de 2000 años que los romanos introdujeron las carpas en Europa, como algunos autores afirman que hicieron con los castaños desde los Balcanes y Asia Menor. El castaño está adaptado a la perfección en nuestros bosques, de hecho la mayoría de la población lo considera autóctono, ¿sólo por el hecho de ser alóctono deberíamos declararlo invasivo?

Hace aproximadamente 500 años desde América se introdujeron especies hortícolas como el tomate, la patata, el pimiento…, son especies alóctonas perfectamente adaptadas que se han extendido por la península y que concretamente en Extremadura tienen un alto valor económico. Como diría el recientemente fallecido Miguel de la Quadra – Salcedo “nadie puede ser español si no lo sentimos desde América”, desde América importamos especies que nos facilitaron el sustento y nos brindaron riqueza, no creo que esté en el imaginario de nadie prohibirlas.

¿Cuánta hambre atajó la patata en España? Las carpas, al igual que la patata, sirvieron, en algunas zonas, como alimento básico en tiempo de guerras y hambrunas. Por ello nos deberíamos hacer algunas preguntas, ¿vamos a prohibir el cultivo de tomate en Miajadas por invasivo y por cambiar el paisaje de las vegas del Guadiana? ¿El pimiento para la obtención del pimentón en la Vera por se alóctono? ¿Vamos a talar todos los castaños del valle del Ambroz?


Debemos controlar la introducción de nuevas especies alóctonas, en beneficio de las autóctonas, pero con sentido común. Prohibir, como se detalla en el catálogo, especies en zonas sensibles, como sucede con algunas especies de flora y fauna que únicamente se han considerado invasivas en las Islas Canarias. Lo contrario es imposible de cumplir, excesivo e inexplicable.