Por l@s compañer@s de la agrupación
socialista de Cáceres conocí la noticia de la obra de la Calle San Pedro de Alcántara, por Facebook descubrí la fotografía
de “Marce Solís” que compartió “Chema Corrales”. La comparativa es reveladora,
desoladora y bochornosa para todo el que tenga un poco de consideración
medioambiental.
Comentaba el profesor “Chema Corrales”
que deberían hacerse públicos los nombres de los "irresponsables" que
firmaron el proyecto, yo añado que la verdadera irresponsabilidad está en el
equipo de gobierno del PP del Ayuntamiento de Cáceres, que ha aprobado este
atentado medioambiental. La política tiene que estar para evitar que se hagan
barbaridades de este tipo, por muy firmado que venga el proyecto por técnicos más
o menos competentes.
Es evidente que los autores del proyecto
deben tener poca o nula formación en jardinería, diseño de jardines,
arboricultura y aún menos sobre respeto medioambiental, más aún en las
ciudades, en las que el cuidado por mantener diseños de calles y plazas verdes,
que las embellezcan y ornamenten y a la vez sirvan de pulmón y evite el aumento
de la contaminación, es esencial.
Existen numerosos estudios técnicos que
dan soluciones para evitar la tala de los árboles y arbustos en una obra
pública, existen manuales que recomiendan cómo proteger las especies vegetales,
necesarias e imprescindibles en toda ciudad que se preste a presumir de serla y
existen técnicos que estudiaron y que se formaron para dar solución a este tipo
de problemas.
La jardinería cuenta con profesionales
sobradamente preparados, con ingenieros, con biólogos especializados, con
arquitectos que descubrieron el respeto medioambiental en todas sus
actuaciones..., pero al parecer no son consultados ni se valora su opinión ¿Para
qué sirve la política sino es para resolver estos conflictos y asesorarse bien
antes de decidir ejecutar una acción?
¿El equipo de gobierno antes de decidir
"destruir ese espacio verde" consultó, se asesoró, buscó consensos,
preguntó a especialistas en jardinería, sugirió modificar la obra para impedir
ese atentado medioambiental, se planteó respetar la vida de los árboles y
arbustos ornamentales?
La crisis debería haber puesto cordura
en las obras, evitar hacer grandes inversiones, mejorar lo existente y
esforzarnos para priorizar el presupuesto público en políticas que consoliden
el Estado del Bienestar, la igualdad, que acaben con el paro y que busquen la
sostenibilidad. Por desgracia sigue primando la incultura medioambiental y la
irresponsabilidad política.
La ciudad ha perdido especies arbóreas y
arbustivas ornamentales, que estaban sanas, que aunque no estaban amenazadas
eran parte de la ciudad y eran auténticas, únicas y hermosas. Podrán ser sustituidas
por nuevas, pero deberían haberse conservado, ya que de esta forma se ha matado
una parte de la ciudad.
Aún hoy existe una gran mayoría de
ciudadanos que no se escandalizan ante estos atentados medioambientales, pero
con esta obra se ha demostrado la incultura medioambiental de una ciudad, la
poca formación e imaginación de un equipo de gobierno y lo mucho que nos queda
que aprender para evitar este tipo de situaciones. Que la urgencia de lo
inmediato no nos impida luchar por causas justas como la de criticar e
indignarnos ante una obra innecesaria que ha atentado contra el patrimonio
vegetal de Cáceres.