El pasado 16 de febrero se
debatió en la Asamblea de Extremadura una iniciativa sobre el futuro del sector
del corcho, un sector que desde el inicio de la autonomía ha sido considerado
por los socialistas como prioritario, por ello ya en 1984 se constituyó IPROCOR.
Desde que la Junta de Extremadura
volvió a recuperar su nombre originario, los socialistas a través del Consejero
de Economía e Infraestructuras y su equipo directivo se han reunido con el
sector y se ha presentado un proyecto
POCTEC liderado por CICYTEX.
El mantenimiento de los sistemas
adehesados, donde alrededor de las
encinas y los alcornoques deben pilotarse las políticas nucleares para el
desarrollo, protección y sostenibilidad de ese ecosistema que caracteriza
nuestro paisaje, se situará dentro del marco regional de impulso a la economía verde y la economía circular en
Extremadura. Se van a desarrollar proyectos donde la dehesa será el eje
prioritario de actuación y donde la gestión forestal de los montes de utilidad
pública de Extremadura buscará incrementar
el valor de los productos forestales, entre ellos el corcho.
El corcho es un producto natural
obtenido de la corteza del alcornoque (Quercus
suber), natural como la demagogia en las iniciativas presentadas por el PP
en la Asamblea de Extremadura cuando está en la oposición. La pasada
legislatura, cuando gobernó, lo único que se recuerda como medida de apuesta al
sector del corcho en la región fue una fotografía de la Vicepresidenta del
“GOBEX”.
Empeñados en la política de
marketing y propaganda olvidaron que había que resolver los problemas reales y
así cuando en 2010 exigían que la Junta de Extremadura aprobara la creación de
una Denominación del corcho, líneas de crédito para las empresas corcheras,
campañas de promoción y un plan de rescate desde el gobierno, entonces
presidido por Zapatero. O no esperaban gobernar nunca o cambiaron sus
prioridades puesto que a partir de 2011 gobernaron tanto en Extremadura como en
España y ninguna de esas medidas fue
impulsada por el PP.
Y es que hay ciertas actitudes
que en política no pueden consentirse, la mentira se paga con derrotas
electorales, no se puede tener “piel de
corcho”, insensibilidad ante las declaraciones, los sucesos o los problemas
cuando se tienen que decidir políticas que afectan a la vida de las personas.
Como tampoco se puede consentir
que el alcalde del PP de Casas del Monte,
tras haber realizado en las redes sociales manifestaciones machistas, obscenas
e injustificables contra una vecina del pueblo, siga ejerciendo el cargo. Ante
estas declaraciones el PP no puede
actuar como una de las definiciones del corcho, dejándose llevar, aun
considerando que su alcalde cumple con la tercera acepción que la RAE utiliza
para la palabra alcornoque.
Contra el machismo no se puede
mostrar tibieza, contra las declaraciones
machistas de un cargo público no cabe otra actitud que la firme condena y la
asunción de responsabilidades. Los partidos políticos no pueden más que cesar o hacer dimitir a quién muestra
prepotencia y desprecio hacia las mujeres considerándolas inferiores o de su
propiedad, con comentarios obscenos y vergonzosos propios de los que hacen
cotidiana la falocracia.
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