domingo, 14 de enero de 2018

No hay piel de corcho contra el machismo

El pasado 16 de febrero se debatió en la Asamblea de Extremadura una iniciativa sobre el futuro del sector del corcho, un sector que desde el inicio de la autonomía ha sido considerado por los socialistas como prioritario, por ello ya en 1984 se constituyó IPROCOR.

Desde que la Junta de Extremadura volvió a recuperar su nombre originario, los socialistas a través del Consejero de Economía e Infraestructuras y su equipo directivo se han reunido con el sector y se ha presentado un proyecto POCTEC liderado por CICYTEX.

El mantenimiento de los sistemas adehesados, donde alrededor de las encinas y los alcornoques deben pilotarse las políticas nucleares para el desarrollo, protección y sostenibilidad de ese ecosistema que caracteriza nuestro paisaje, se situará dentro del marco regional de impulso a la economía verde y la economía circular en Extremadura. Se van a desarrollar proyectos donde la dehesa será el eje prioritario de actuación y donde la gestión forestal de los montes de utilidad pública de Extremadura buscará incrementar el valor de los productos forestales, entre ellos el corcho.

El corcho es un producto natural obtenido de la corteza del alcornoque (Quercus suber), natural como la demagogia en las iniciativas presentadas por el PP en la Asamblea de Extremadura cuando está en la oposición. La pasada legislatura, cuando gobernó, lo único que se recuerda como medida de apuesta al sector del corcho en la región fue una fotografía de la Vicepresidenta del “GOBEX”.


Empeñados en la política de marketing y propaganda olvidaron que había que resolver los problemas reales y así cuando en 2010 exigían que la Junta de Extremadura aprobara la creación de una Denominación del corcho, líneas de crédito para las empresas corcheras, campañas de promoción y un plan de rescate desde el gobierno, entonces presidido por Zapatero. O no esperaban gobernar nunca o cambiaron sus prioridades puesto que a partir de 2011 gobernaron tanto en Extremadura como en España y ninguna de esas medidas fue impulsada por el PP.

Y es que hay ciertas actitudes que en política no pueden consentirse, la mentira se paga con derrotas electorales, no se puede tener “piel de corcho”, insensibilidad ante las declaraciones, los sucesos o los problemas cuando se tienen que decidir políticas que afectan a la vida de las personas.

Como tampoco se puede consentir que el alcalde del PP de Casas del Monte, tras haber realizado en las redes sociales manifestaciones machistas, obscenas e injustificables contra una vecina del pueblo, siga ejerciendo el cargo. Ante estas declaraciones el PP no puede actuar como una de las definiciones del corcho, dejándose llevar, aun considerando que su alcalde cumple con la tercera acepción que la RAE utiliza para la palabra alcornoque.

Contra el machismo no se puede mostrar tibieza, contra las declaraciones machistas de un cargo público no cabe otra actitud que la firme condena y la asunción de responsabilidades. Los partidos políticos no pueden más que cesar o hacer dimitir a quién muestra prepotencia y desprecio hacia las mujeres considerándolas inferiores o de su propiedad, con comentarios obscenos y vergonzosos propios de los que hacen cotidiana la falocracia.

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