viernes, 5 de diciembre de 2014

Jarramplas, una fiesta del pueblo


Este miércoles hemos conocido la buena noticia de la declaración de Jarrramplas como fiesta de interés turístico nacional. En el pueblo más alto de Extremadura, Piornal, se celebra esta original fiesta, que al parecer simboliza el castigo de la población a un ladrón de ganado.
Es una fiesta del pueblo, una fiesta popular, organizada por los mayordomos y eso es lo que la hace más grande. El protagonista es Jarramplas que con su colorido y su tamboril anima las calles de Piornal los días 19 y 20 de enero de cada año.


A ese protagonismo hay que sumar el de la Corporación y el del concejal de cultura y festejos que han hecho posible el éxito del reconocimiento. Piornal gracias a la labor de gobiernos socialistas es hoy un espacio para la cultura, es un ejemplo a seguir en la organización de actividades y programas. Además de llevar a cabo un extraordinario proyecto de embellecimiento de las fachadas de las viviendas del municipio mediante un convenio con la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla.

En estos tiempos de recortes y de supresión de servicios, es necesario elogiar estas iniciativas impulsadas por el equipo de gobierno socialista en el Ayuntamiento. Piornal progresa en cultura, en teatro, en música, en arte y todo ello porque la prioridad es transformadora, al contrario que el aburguesamiento que se extiende, con la excusa de la crisis, en la mayoría de Ayuntamientos gobernados por el PP.

Si en la fiesta declarada de interés turístico nacional el protagonista es Jarramplas, no podemos olvidar que al igual que en la “Tomatina” celebrada en la localidad de Buñol hay un protagonista hortícola evidente, en Piornal no podría celebrarse Jarramplas sin la imprescindible presencia de la (Brassica rapa), “el nabo” es necesario para descargar la ira de la población contra este personaje “ladrón de ganado”. La lluvia de nabos hace la fiesta peligrosa para el participante y el visitante pero a la vez espectacular para el espectador.

El hecho de la utilización de la (Brassica rapa) como hortícola arrojadiza contra Jarramplas, bien podría confirmar la centenaria celebración de la fiesta, ya que todo apuntaría como más lógico el uso de la patata. Pero bien es sabido que la introducción del tubérculo sudamericano en Europa y concretamente en España no se produjo hasta mediados del siglo XVI.

Sin embargo el nabo ya se cultivaba en la época romana y era uno de los alimentos básicos en la dieta mediterránea. Por lo que confirma las teorías antiquísimas del origen de la fiesta de Jarramplas y su ligazón con esta hortaliza de raíz napiforme.
La raigambre de la fiesta es indiscutible, su éxito es anhelado por otras muchas fiestas populares, pero es si cabe más satisfactorio comprobar como gracias a la política un pueblo consigue hacer realidad objetivos culturales, artísticos, festivos, educativos,  formativos

Existen otros pueblos, no muy lejanos, donde se podía disfrutar de innumerables actividades educativas a través de su (hoy ya eliminada) Universidad Popular, donde se disfrutaba de actividades culturales, jornadas socio-sanitarias, conciertos para los jóvenes…, como sucede hoy en día en Piornal. Porque la política de gobiernos socialistas lo hizo posible, lo hace posible y lo hará posible.

Esos son los principios y esencias de los gobiernos socialistas que convierten utopías en realidades. Paradigma de la buena política, cercana, comprometida y transformadora. No utopistas de gran reputación como Bacon o Campanella que a pesar de su fama, como afirma Lewis Mumford, “no fueron más que copistas de Platón, Moro o Andreae”. Son políticos del PSOE que resuelven problemas y mejoran la vida de los habitantes de nuestros pueblos, no precisamente a “nabazos” sino con tesón, imaginación y humildad.

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