Como afirma Eduardo Madina en el prólogo del libro de José Moisés Martín Carretero, España
2030 gobernar el futuro, “España no puede continuar muchos más años,
pensando que el turismo y futuros repuntes de los indicadores de actividad en
el sector de la construcción nos llevarán de nuevo por senderos de crecimientos
altos y tasas elevadas de generación de empleo. Sencillamente, por ahí no hay
nadie esperándonos”.
Extremadura, que no cuenta con un sector industrial significativo
ni dependencia del turismo ni sufrió como otras Comunidades Autónomas la
burbuja de la construcción, tiene que aprovechar su diferenciación medioambiental apostando por generar un proyecto de
potenciación de la economía verde.
Entre los principales problemas
de Extremadura se encuentran la pérdida
de población, su pirámide de población y además la fuga constante de jóvenes que no encuentran su futuro laboral en
esta tierra, de ahí que sea necesario desarrollar
una estrategia esperanzadora que ofrezca seguridad y porvenir.
Como se afirma en el citado libro,
la promoción, gestión y protección
ambiental es una actividad económica. Genera empleo y riqueza, y debe ser
potenciada. De ahí que el compromiso de Guillermo
Fernández Vara en el debate del Estado
de la Región es una apuesta firme a desarrollar un proyecto de economía
verde como centro de la acción política en Extremadura.
Extremadura debe convertirse en
un referente en economía verde ciudadana,
desarrollando una estrategia con el horizonte
2030 propiciando una amplia participación social, formando, creando empleos
y negocios verdes, desarrollando modelos educativos creativos, modificando el
modelo forestal y potenciando nuestra dehesa.
Este proyecto debería ser una oportunidad para toda la ciudadanía extremeña,
los centros educativos, la Universidad, las asociaciones, los ayuntamientos,
Grupos de Acción Local…, para trabajar por conseguir desarrollar proyectos de
economía circular, generando riqueza productiva, empleo verde y como paradigma
siempre nuestra dehesa, nuestro ejemplo singular de sistema agrosilvopastoral.
Nuestras encinas (Quercus ilex) y alcornoques (Quercus suber) son el arbolado base de
la dehesa son árboles robustos xerófilos y perennifolios, como robusta y
perenne debe ser la apuesta de Extremadura por
potenciar esta estrategia de economía verde, para salir de la idea popularmente
aceptada de que la dehesa está asociada a zonas marginales.
El expresidente uruguayo Pepe Mujica tiene un sinfín de citas a
destacar, entre ellas: “no vas a cambiar el mundo en poco tiempo, pero hay
gente que está en la orilla que va a vivir un poco mejor”, “hay que tener
laburo para poder seguir viviendo”, “cuando luchamos por el medio ambiente, el
primer elemento del medio ambiente se llama la felicidad humana”.
Por consiguiente es necesario
ligar el futuro de Extremadura a esta estrategia de economía verde, para garantizar el futuro de esta región,
para crear empleo, para seguir el
camino que grandes profesionales y personalidades creen que debemos transitar,
un camino de desarrollo sostenible que respete nuestros valores naturales, que
garantice el futuro como decía Pepe Mujica “el desarrollo no puede ser en contra de la felicidad. Tiene que ser
a favor de la felicidad humana, del amor, arriba de la tierra, de las
relaciones humanas, de cuidar a los hijos, de tener amigos, de tener lo
elemental”.
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